En el número 16 del B&B se habla
sobre el queso y se establece una conexión entre éste y la
cerveza. Me han tocado la fibra: se trata de mi otra pasión gastronómica
aunque el mundo del queso no haya recibido por mi parte el mismo trato
informativo. Queda pendiente un estudio bien hecho en el estilo del que
he hecho para la cerveza. Tengan paciencia que todo viene a tiempo para
quien sabe esperar...
Aunque no sea tan experto ni en cervezas ni
en quesos como se ha dicho en alguna editorial, quisiera hacer algún
comentario al respecto.
El queso es, como la cerveza, el vino, el pan
o la sidra, un alimento obtenido basándose en la fermentación.
No lo son todos los quesos, pero sí la mayoría. Es un producto
vivo que se "inventó" como método de conservación
de la leche. Digo "vivo" porque las bacterias que intervienen en el cuajo
y en la maduración siguen vivas en la masa hasta que consumamos
el queso. Igual que las cervezas no pasteurizadas.
El queso es un ingrediente delicadísimo
que sufre de los excesos ambientales como el calor o el frío y puede
también sufrir "infecciones" no deseadas. Como las cervezas en épocas
pretéritas, el queso soporta muy mal los viajes. Puede perder cualidades
gustativas con mucha facilidad.
Para paliar a esos defectos, se suelen comercializar
muchos quesos cuando son demasiado "jóvenes". Quesos que presentarían
su momento óptimo a los seis meses, se pueden distribuir y vender
a los tres meses. Muchas veces se empaquetan en plástico al origen,
de manera que es totalmente imposible intentar reanudar con la maduración
(Si obtuviéramos piezas completas, las podríamos curar en
bodega al menos un mes o dos). Esos quesos no nos ofrecen ni de lejos lo
que nos podrían dar. Pero a la santa ley del provecho y del libre
mercado, eso le da igual. Lo bueno es vender! Aunque vendas algo malo.
El queso sufre de la falta de conocimiento de
muchos de los que se dedican a su comercio. Creo que también tendríamos
que recuperar cultura quesera como estamos intentando recuperar cultura
cervecera. Y para eso no hace falta salir de casa. Por esto quise escribir
este comentario: sin desmerecer el Limburg o el Cheddar, disponemos en
la península ibérica de docenas de quesos diferentes que
no precisan de ningún viaje excesivo ni de ningún empaquetado
letal para llegar a nuestras mesas. Solo en Catalunya (conozco mejor mi
país, no se me molesten) podemos degustar mas de setenta quesos
diferentes, y de las tres leches básicas: cabra, oveja y vaca, sin
contar con las mezclas. Y los hay para todos los gustos: quesos frescos,
de pastas diversas, tierna, media, dura, aromatizados con plantas y/o especias,
sin aromatizar, tal cual o fundidos. Realmente hay de todo, bueno y cerquita.
Basta con buscar un poco. No se queden con la parada de los quesos de los
supermercados o de los hiper. Ahí hay de todo, lo mejor y lo peor.
Normalmente, en estos sitios, los que nos atienden (cuando los hay) no
tienen ni idea de lo que ponen a nuestra disposición y tratan los
quesos casi criminalmente. No limpian los cuchillos, tocan la pasta con
los dedos sucios, los amontonan para darnos sensación de abundancia,
los mantienen frescos pero no regulan la humedad. Total, un desastre!
Busquen ustedes la tienda o la parada del mercado
donde vean que ofrecen quesos escogidos, que los han buscado, que no tienen
los que se encuentran por todas partes. No estoy diciendo que estos últimos
sean malos, ni mucho menos. Pero una parada con quesos escogidos y un poco
buscados demuestra una actitud del vendedor que, quizá sea de buen
augurio. Si limpia el cuchillo entre queso y queso ya estáis en
el paraíso del queso!
En casa, hay gente que toma el queso con pan,
pan normal, de payes, de nueces o lo que sea. Nosotros recomendamos algún
pan espeso y contundente pero no es ninguna regla. Los que han seguido
nuestros artículos saben que no somos amigos de las reglas. Las
reglas son buenas para los que carecen de ideas. Las reglas dicen que hay
que acompañar el queso con vino. Es verdad que es una experiencia
que puede ser casi transcendente, especialmente con queso fresco pero maduro
de leche cabra. Pero no tiene porque ser siempre así. Nadie ha prohibido
nunca que se acompañara el queso con cerveza. Y de hecho es una
experiencia que recomendamos encarecidamente.
Algunos han hecho algunas propuestas que son
muy interesantes. Pero como son gente muy experta y sobre todo, conocida
y encumbrada, hay peligro que esas ideas se conviertan en reglas. Y de
no seguirlas acabaríamos en la hoguera. Empecemos pues de inmediato
y establezcamos una conducta eficaz: hay que probar y compartir.
Por lo general, yo asociaría un queso
fuerte con una cerveza que sepa defenderse pues el queso casi siempre invadirá
mas pregonamente nuestro gusto que la cerveza. Simplemente porque el primero
es sólido y la segunda es líquida. Un queso muy fino soportará
bien una cerveza fuerte aunque los amantes de los equilibrios finos puedan
preferir asociaciones mas elegantes de quesos finos con cerveza ligera.
En la península se hacen quesos ahumados
que podrían perfectamente asociarse con cerveza que presente la
misma característica. Hay quesos de cabra muy fuertes como el cabrales
o el gamonedo que se asociarían con alguna porter, con stout o con
una 90 shillings. Y que me dirían de un queso de Tupí con
una belga dorada, o con alguna trapense? Y que pasaría con algún
manchego, poco ácido, asociado con alguna cerveza de trigo o, mejor
con una Bock o una Doppelbock?
O prueben un queso ácido de pasta media
como la tetilla gallega con una Alt o con una Irish Red. No hay reglas!
Solo la experiencia! Otra cosa: si pueden encontrar un Maó bien
hecho de unos seis meses, si lo podéis empezar, mejor. Yo lo asociaría
con una Kölsch o una Pils Checa mas bien seca. Prueben, prueben!
Más. Intenten ustedes combinar algún
queso de cabra extremeño con una buena Ale de Yorkshire o con una
Indian Pale Ale, o cassoleta d’Alacant con una trapista Orval o Rochefort.
No nos queda nada por descubrir!
Como con la ficha de degustación, estamos
a vuestra disposición para recibir vuestras sugerencias y comentarios
en la dirección electrónica de siempre. Se publicaran con
nombre y apellido. Solo sugerimos que las asociaciones gastronómicas
se hagan con quesos de la península esperando que podamos hacer
lo mismo con las cervezas. Siento mucha curiosidad por la cerveza del monasterio
de Yuste...
Apa, nois i noies, un bon glop i salut!
P.S. Voy a probar una cosa divertida: voy a
buscar un queso ácido, casi seguramente de oveja y bien maduro,
y voy a comermelo acompañado de Gueuze. Que les parece? Espero sus
sugerencias.
Albert Barrachina Robert 2002 |